Desplazamiento

La anatomía de las serpientes está especialmente adaptada para poder desplazarse careciendo de extremidades. Comparadas con vertebrados cuadrúpedos, las serpientes tienen un centro de gravedad muy bajo, pegado al suelo, una mayor superficie corporal en contacto con el suelo lo que genera mayor fricción y reparte más la masa corporal. A pesar de ello, son capaces de nadar, bucear, escalar, saltar, cavar e incluso algunas especies pueden planear. Presenta diferentes tipos de locomoción terrestre, la forma más común se realiza mediante ondulaciones laterales del cuerpo, que comienzan en la cabeza hasta terminar en la cola. Otro tipo de desplazamiento supone el uso de una parte del cuerpo como ancla estática para impulsar el resto del cuerpo. También algunas serpientes se pueden desplazar de manera rectilínea usando para impulsarse sus músculos y escamas ventrales. Además, algunas especies, sobre todo de ecosistemas desérticos, como la cascabel cornuda (Crotalus cerastes), se desplazan levantando la cabeza y moviendo la parte anterior del cuerpo hacia delante, para después levantar la zona media del cuerpo y mover la, este movimiento siempre tiene dos partes del cuerpo en contacto con el substrato y una en el aire. Las escamas ventrales ensanchadas de muchas serpientes impiden el deslizamiento en dirección contraria a la marcha.


Los cuerpos de las serpientes carecen de piernas y brazos. Pero sus cuerpos ágiles son capaces de atravesar lugares increíblemente estrechos. Esta habilidad depende de la combinación de flexibilidad en la espina dorsal, una fuerte musculatura y de su escamas ventrales en la parte inferior.
Un humano adulto tiene 26 vertebras en su columna; las serpientes tienen más de 400. Cada par de costillas de la serpiente está sujeto a una vértebra.
Cuando la serpiente se mueve los bordes posteriores de las escamas ventrales se fijan al suelo mientras los músculos impulsan el movimiento hacia delante. Las serpientes se mueven acorde con el terreno en el que se encuentran. La serpiente crótalo cornudo tiene sus trucos para sobrevivir a los hábitats arenosos en los que vive. La serpiente balancea su cabeza y parte superior del cuerpo hacia delante y hacia los lados. Su parte inferior del cuerpo y la cola con el vientre elevado por encima de la arena caliente, dejando un dibujo en la arena con forma de “J”.
Algunas serpientes pueden trepar árboles. Para conseguirlo la serpiente se enrolla al tronco y poco a poco va subiendo como un acordeón. La cola le sirve para aferrarse al tronco mientras estira su cabeza hacia delante tomando impulso para impulsar el resto de su cuerpo.
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